lunes, 22 de septiembre de 2014

Ruta do Liñares (A Estrada)

     Este sábado nos fuimos hasta A Estrada para realizar una ruta de senderismo. Sin embargo nos encontramos con algunos problemas, ya que la ruta que nos descargamos de internet de wikiloc y la página de turismo no correspondía con la que aparecía señalizada en el terreno, por lo que al tratar de seguir el mapa de internet y las flechas fue un lío. Además, en internet aparecía como una ruta que comenzaba y terminaba en la Alameda de A Estrada, sin embargo el cartel de comienzo de la ruta nos lo encontramos callejeando y preguntando, bastante alejado de la alameda. Por otro lado, aunque en internet aparecía como una ruta de 13 km, en el cartel de comienzo de la ruta nos ponía que se trataba de una ruta con una longitud de casi 23 km (bueno, 10 km arriba, 10 km abajo…da lo mismo, ¿no?). Por último, llegó un momento en el que perdimos las flechas que marcaban la ruta, y cuando las volvimos a encontrar iban en sentido contrario, por lo que nos dimos media vuelta e hicimos el mismo camino por el que habíamos venido en sentido contrario. 


     A parte de los contratiempos la ruta no estaba mal, con gran variedad de paisajes: bosques, orillas del río, pistas forestales, prados de ganado y cultivos. Kyra los disfrutó todos, corriendo de un lado para otro y posando cada vez que sacaba la cámara. Sin embargo, donde mejor se lo pasó fue en el río, cerca de la playa fluvial, donde estuvo chapoteando, jugando y, por primera vez, nadando por propia iniciativa. 

 
 





 

 



     También tiene algunos tramos de carretera, pero lo que me pareció genial y una muy buena idea es que unos 100 m antes dichos tramos aparecían señalizados, con lo que daba tiempo más que de sobra a llamar a Kyra y atarla. También tuve que tenerla más controlada en otros tramos cerca de pastos para ganado, ya que tenían vallas electrificadas y Kyra trataba de jugar con las vacas. 


     En cualquier caso, la ruta nos gustó y recomendaría hacerla, ya que es sencilla y accesible, y los perros se lo pasarán en grande corriendo de un lado para otro. Eso sí, gps en mano y sin hacer mucho caso de las señales en el terreno que, como dije, hay veces que desaparecen o se mezclan con las de competiciones de cross que hacen por la zona y cuyos recorridos no tienen por qué coincidir. 



lunes, 15 de septiembre de 2014

Fragas do Eume

http://www.turgalicia.es/parque-natural-fragas-do-eume
  Ayer nos fuimos a hacer una ruta al Parque Natural Fragas do Eume hasta el Monasterio de Caaveiro. Dicho parque (http://www.turgalicia.es/parque-natural-fragas-do-eume), está situado en la provincia de Coruña, en los ayuntamientos de Cabanas, A Capela, As Pontes de García Rodríguez, Monfero y Pontedeume. El parque discurre por el cañón horadado por el río Eume, cuyas laderas conservan el manto vegetal original de los bosques atlánticos. Se trata de uno de los bosques mixtos de frondosas más extensos de la Galicia litoral y de relevancia a nivel europeo. 

     En nuestro caso accedimos desde Pontedeume, desde donde está claramente indicado el acceso al parque a través de diversas señales. Existen numerosos puntos en los cuales se puede dejar el coche y comenzar a andar, algunos de los cuales cuentan con centros de interpretación, refugios de pescadores e, incluso, puestos para alquilar bicicletas eléctricas. Para aquellos que queráis hacer la mayor parte del camino en coche, informar que los fines de semana el paso con vehículos está restringido, pero existe transporte colectivo hasta el puente más próximo al monasterio, aunque los perros no están admitidos en dichos autobuses. 

     Nosotros aparcamos pasado el Centro de Recepción y caminamos por la carretera a orillas del río hasta el Refugio de Pescadores de Cal Grande. Dependiendo de diversos factores (hora, estación y clima) el tráfico puede ser mayor o menor, tanto de bicicletas como de coches o autobuses. En cualquier caso, preferí llevar a Kyra atada y practicar un poco de DogTrekking. También bajamos a remojarnos al río, siempre con mucho cuidado por las corrientes. Era todo un espectáculo el bosque tan frondoso y verde, con enormes helechos, y la bruma sobre el río. Aunque no llovía la humedad era muy alta. 


 

     Una vez que llegamos al Refugio de Pescadores de Cal Grande te encuentras con dos opciones: por un lado continuar por el camino de la carretera y, por otro, cruzar el puente colgante y entrar en la espesura del bosque para continuar por un sendero de tierra. Obviamente, nos fuimos de cabeza a cruzar el puente sin pensarlo dos veces. Eso sí, cuidado con resbalones, que si llueve, ha llovido o hay mucha humedad, la madera puede estar mojada. 


     Una vez cruzado el puente, nos encontramos con un paisaje que no veía desde Pirineos. Un bosque tan frondoso que apenas puedes ver el cielo en algunos tramos, con gran variedad de vegetación y el río a nuestra derecha. A partir de aquí los perros pueden ir sueltos sin problemas, ya que no suele ser un sendero muy transitado (en nuestro caso sólo nos encontramos con otro chico con su perro y a nadie más). El sendero está bastante cuidado y el camino es, generalmente, bastante sencillo. Sin embargo, recomiendo zapato cómodo y preferiblemente de montaña, ya que en algunos tramos hay que pasar por zonas con muchas raíces, atravesar rocas e, incluso, trepar un poquito, lo que puede ser un poco peligroso si está húmedo y hay que tener cuidado con resbalones. Sin embargo, todo ello merece la pena por el paisaje tan espectacular, tan salvaje. Y desde luego Kyra lo disfrutó como un lobito: corriendo de un lado para otro, saltando aquí y allá, olisqueándolo todo y metiéndose en la orilla del río para refrescarse y beber. 


  

 









     Después de la pequeña trepada y la bajada, nos encontraremos con un puente de madera y, al cruzarlo, con otra encrucijada: tendremos que elegir entre seguir por la orilla del río Eume o subir al Monasterio de Caaveiro. En nuestro caso, comenzamos la ascensión, la cual es bastante sencilla y accesible. Aunque Kyra se nos entretuvo en el riachuelo que pasaba por debajo del puente, donde pudo meterse más allá de la orilla al no haber corrientes. 



     Al final de la subida nos encontramos con un puente de piedra. A partir de aquí yo recomendaría volver a atar a los perros, ya que es una zona más turística y nos encontraremos con más gente. Nada más cruzar el puente, dejaremos a mano izquierda un antiguo molino y, subiendo un poco más, aparecerá ante nosotros el monasterio. Se trata de un monasterio del siglo XII, de estilo románico  y perteneciente a la orden monástica de San Agustín. Ha sido rehabilitado recientemente, la entrada es gratuita y puedes hacer visita guiada. Aunque los interiores sean muy sencillos, la arquitectura exterior me pareció muy bonita, y las vistas desde allí una auténtica maravilla. Además, cuenta con un bar en sus proximidades donde poder descansar y tomar algo. 





     Después del bocata, emprendimos nuestro camino de vuelta. Esta vez, pusimos dirección a la carretera, para lo cual descendimos por un camino ancho y empedrado hasta llegar a un puente y, tras él, ya estábamos en la carretera. El camino de vuelta por la carretera también tenía su encanto, aunque no me pareció tan espectacular como el sendero por dentro del bosque y, debido al posible tráfico, Kyra fue atada. Para todos aquellos que quieran realizar esta ruta pero quieran ahorrarse la pequeña trepada final, les recomiendo que crucen el primer puente colgante en el Refugio de Pescadores, que continúen por el sendero por dentro del bosque, que crucen el segundo puente colgante y de allí ya continúen por la carretera hasta el monasterio. 



     En definitiva, un lugar MUY recomendable en el que nos lo hemos pasado genial. Repetiremos seguro. La cara de Kyra lo dice todo!